¿Tienes muchas tareas pendientes desde hace tiempo? ¿Estás siempre con prisa y tienes la sensación de que no puedes con todo? En definitiva, si crees que eres un desastre para organizar tu tiempo y planificarte, te pasaré algunos tips.
Actualmente mucha gente sufre de cronopatía, no es un trastorno mental, pero sí un problema que puede afectar la salud mental. Cronopatía es el nombre que se le da a la obsesión por aprovechar el tiempo al máximo. Es como si debieras hacer todo lo posible para que las 24 horas de tu día fueran aprovechadas lo mejor posible. Es decir, sientes un constante deseo de ser productivo y, como consecuencia, el agotamiento te domina.
Resulta que la dificultad para relajarte y gestionar el tiempo te vence diariamente. Esto se debe a que la persona con cronopatía se pone metas muy ambiciosas diariamente y casi nunca llega a todo, lo que le genera mucha frustración y, en algunos casos, baja autoestima.
Con tantas cosas que hacer, tu mente no para y es como si no descansaras, aunque estés con la familia una tarde de domingo, estás todo el rato pensando en lo que tienes que hacer.
El primer tip es anotar todo en una lista de tareas, existen muchas aplicaciones que podrías utilizar para hacer esta lista, como el trello o hasta las notas del teléfono móvil.
Lo importante es que puedas acceder a esta lista siempre que te surja una nueva tarea.
Estoy hablando de un método llamado “Getting Things Done (GTD)”. Si quitas las tareas pendientes de tu mente y las coloca en una lista de tareas, tendrás más disposición mental para el trabajo que realmente importa, como también, más energía, productividad y concentración.
El segundo tip es establecer prioridades a tus tareas y el tiempo de ejecución. Siempre que calculamos el tiempo de la actividad tenemos que dejar un margen de error, es decir, si tengo que llevar el coche al taller, le asigno la prioridad entre las demás tareas y en seguida calculo el tiempo que me dedicaré a eso, si creo que necesito de 40 minutos para hacerlo, pondré 60 minutos para que yo tenga un margen por si retrasa.
En tercer lugar, vamos a utilizar la agenda. Primeramente, tenemos que definir si utilizarás la agenda diaria, semanal o mensual; la elección depende de tu estilo de vida y trabajo. Habitualmente utilizamos la agenda semanal, lo ideal sería que dedicaras unos 5 minutos diarios a revisar la agenda y unos 10 minutos semanales a planificarla.
Para empezar, vamos a organizarla anotando las tareas fijas como (llevar los hijos al cole, reunión semanal con el equipo, ir al mercado, etc.) y después añadiremos las tareas variables que están en nuestra lista de tareas. De acuerdo con la prioridad y el tiempo de ejecución las vas encajando en tu plan semanal.
Otro punto relevante es establecer metas reales y momentos de descanso; si pones demasiadas cosas que hacer en tu agenda, estás planteándote metas muy ambiciosas que, al final, no conseguirás lograr. Es fundamental establecer tus objetivos y planificar tu semana sin tanta autoexigencia y con momentos de pausa, intentando compaginar la vida laboral y familiar. Pon en tu agenda tareas como: leer un libro, hacer deporte o ver una película con la familia.
Existen numerosos métodos como Pomodro o Kaizen, pero el primer paso es aprender a organizar tu tiempo y tus tareas con estos tips que te he dado para, después, aprender técnicas que te ayuden a conseguir todavía más tiempo para mejorar la productividad. Un profesional puede ayudarte; puedo diseñar un proceso de coaching personalizado a tus dificultades y necesidades para que, definitivamente, puedas desarrollar esta habilidad.
