Soluciones para el desamor

Bruna Barbosa
Relaciones de pareja

El amor es el primer argumento de la vida, el amor arranca del enamoramiento.  Stendhal, un escritor francés, dice que enamorarse es idealizar a alguien, no ver a esta persona como realmente es, ponerle muchas más cosas positivas de las que tiene. Tras el enamoramiento puede o no surgir el amor. Cuando pasamos de idealizar al otro y lo vemos tal como es, con sus debilidades y aceptando las diferencias, empieza el amor.

Es ahí cuando también comienzan los retos como pareja y como familia, estos son cada vez más desafiantes. Estamos viendo que cada vez más familias no han sido capaces de prosperar en su proyecto.

Qué fácil es enamorarse y qué complejo es amar, actualmente todo nos invita a relaciones líquidas, pero pienso que la familia es una batalla que vale la pena luchar siempre que no estés viviendo una relación tóxica.

7 reglas que ayudarán a asegurar una buena convivencia y mantener el amor

Al hablar de pareja tenemos de hablar sobre 7 reglas que ayudarán a asegurar una buena convivencia y mantener el amor.

  1. La primera regla es el conocimiento mutuo. Cuando me refiero a conocer a tu pareja, quiero decir conocer sus gustos y preferencias, pero, especialmente, conocer lo más profundo de su carácter, de su forma de ser, de sus necesidades, sus valores, sus sueños y miedos. Siempre estamos cambiando, por eso es importante mantenernos al día y demostrar un sincero interés por el otro.
  2. La segunda regla es cuidar los pequeños detalles de la vida ordinaria. Cómo demuestras lo que sientes y cómo el otro lo vive es fundamental en la rutina. En consulta, un paciente me dijo “pero Bruna, todos los días le preparo la comida, algunas veces se la llevé al trabajo y, aun así, ella se queja de que no se siente amada por mí.” Y en la terapia de pareja ella decía que siempre que llegaba a casa él estaba viendo la tele y tampoco le daba atención, confiesa que se sentía como si fuera invisible para su marido. Es decir, ella necesitaba de algo diferente de lo que él le estaba ofreciendo y él creía que lo estaba haciendo bien. Con este ejemplo podemos ver la importancia del conocimiento mutuo y de cuidar de los detalles. El descuido sistemático de las cosas pequeñas es la ruina del amor, hay que cuidarlas y dedicarles tiempo. Lo pequeño se hace sólido.
  3. La tercera regla es luchar por sacar la lista de agravios del pasado. Estas producen un gran deterioro, hay que desarrollar la capacidad para dejar las cosas negativas en el pasado. Hay personas que en una discusión de pareja dice “recuerdo el día que me dijiste aquello…”. Eso es muy destructivo y poco resolutivo. Saber pasar la página, solucionar lo que necesita ser solucionado y perdonar significa tener un buen nivel de inteligencia emocional.
  4. La cuarta regla es evitar discusiones innecesarias. En las parejas que funcionan bien se discute muy poco, una cosa es el diálogo y otra es la discusión. En la discusión hay mucha pasión, uno quiere ganar la batalla. En el diálogo las dos personas hablan, aprenden el arte de ceder, se permiten el cambio de perspectiva, se dejan influenciar y cultivan el respecto.
    Otra vez es fundamental la inteligencia emocional, porque nos ayuda a saber darle a las cosas que nos pasan la importancia que realmente tienen. Es decir, no convertir un problema real en un drama.
  5. La quinta regla es cultivar la admiración, es algo que se cuida cultiva, que se trabaja. Es una de las cosas que más unen a las parejas, pero ¡ojo! porque admirar no es idealizar. Si no admiramos a quien amamos, queda solo la rutina, la relación comienza a enfriarse y en muchos casos puede derivar en desprecio.
  6. La sexta regla es compartir, hacer cosas juntos, ser cómplices. Además de tener un proyecto en común, compartir sueños y objetivos, he observado a muchas parejas que se balancean en dos polos distintos. O pasan mucho tiempo juntos y hacen todo juntos o tienen vidas paralelas. Lo de tener vidas paralelas es peligroso porque no hay conexión y terminan desconectados, cultivamos la indiferencia. En consulta veo a muchas parejas que centran toda su dedicación al trabajo, a los hijos, a sus intereses, pero poco a la pareja.
    Sin embargo, hacer absolutamente todo juntos puede crear una codependencia. Ningún de los dos polos es sano.
  7. La séptima regla es la voluntad. Siempre digo que amar es una decisión. Necesitamos determinación para trabajar el amor elegido.
    En las parejas sólidas, la voluntad está en el centro, es una decisión. Aquel que tiene voluntad hace que su sueño se vuelva realidad, es esencial hacerse responsable de lo que le cabe hacer para cuidar de su relación de pareja. Los dos tienen su porcentaje de responsabilidad en hacer que la relación sea más sólida y satisfactoria.

Si hay disposición para el cambio y voluntad por ambas partes, toda relación se puede arreglar. Pero, si solo uno de los dos está dispuesto al cambio, también puede existir una salida.

Seguramente la terapia de pareja puede ayudaros a afrontar los problemas que estáis viviendo y a construir una relación de pareja más sólida y sana.

Además, mi taller totalmente gratuito ¿Qué me está pasando? Crisis de pareja podrían ayudarte; los encontrarás aquí en la página web.

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